Verónica Fernández es la persona que hay detrás de Veroláser. Aunque también realiza tratamientos faciales, su servicio principal y en el que quiere especializarse es la depilación láser. Verónica se desplaza a distintos centros de estética de la isla con su máquina portátil de depilación para complementar la oferta de servicios de dichos centros. Hasta el momento, había llevado a cabo el servicio junto a una compañera, pero transcurridos 5 años ha llegado el momento de separarse y apostar por el desarrollo de su propia marca. El objetivo del presente proyecto consiste en rediseñar la identidad visual de Veroláser para potenciar y consolidar su imagen y presencia.

Tras reunirnos y conocer a Verónica, pudimos detectar los principales valores de su servicio, y por tanto, los valores que habría que representar/transmitir en su imagen de marca. Para empezar, la calma. Para Verónica el tiempo que pasan sus clientes en sus servicios, es un tiempo que invierten en ellos mismos y en su autocuidado, qué menos que hacerlo lo más agradable posible. Otro valor importante es la claridad, los clientes de Veroláser estarán en todo momento informados y asesorados pero no saturados ni bombardeados con información poco relevante. Lo importante en este punto para Verónica es una marca clara, con menos información pero de calidad. Y finalmente el cuidado, la atención a los detalles y el llevar por bandera que la depilación láser no tiene como único objetivo la belleza de la piel sino también el cuidado de la misma.

Todos estos factores se tuvieron en cuenta a la hora de crear la identidad de Veroláser. Una identidad serena, donde predominan los colores neutros. En cuanto al logotipo de la marca, quisimos representar de una manera simbólica el resultado de las sesiones de depilación láser. Es por eso que diseñamos un logotipo que se desvanece, al igual que vamos eliminando el pelo a lo largo de las sesiones. Además, sustituimos el acento de la “A” por un punto rojo que representa la luz del propio láser. Un logotipo elegante, para reflejar el cuidado y mimo que pone Verónica en el trato con sus clientes.

La expresión fotográfica de la marca busca los encuadres cerrados, que dejan en muchas ocasiones el rostro de la persona fuera del plano y reflejan la intimidad propia de las sesiones de depilación. Las personas aparecen en posturas relajadas, buscando reflejar los beneficios emocionales de la depilación láser, que en muchas ocasiones ayuda a las personas a ganar seguridad y mejorar su amor propio. Además, se reivindican las pieles reales, es decir, con poros y texturas. Es por ello, que incorporamos fotografías de detalle donde podemos ver la textura de la piel e intentamos reproducir este detalle en las texturas de determinadas aplicaciones de la marca, como las tarjetas.